lunes, 31 de octubre de 2011

peliculas de los años 90

Los '90 serán básicamente los años del afianzamiento de la belicista política exterior estadounidense, con George Bush padre encabezando un nuevo genocidio denominado “La Guerra del Golfo”. Como acontecería trece años más tarde con su hijo, la misma excusa: Saddam Hussein, e idéntica víctima: el pueblo irakí.
El gobierno de Menem, aliado menor e incondicional de los yanquis como nunca antes en la historia argentina, envía tropas al Golfo Pérsico y espera a cambio alguna migaja.
La pantalla grande, en tanto, comienza por anunciarnos la presencia de La Pandilla Aventurera (Miguel Torrado1990), otro intento por capitalizar un éxito televisivo -en este caso el de Flavia Palmiero- en el que un grupo de niños estimulados por la llegada del hombre a la Luna en1969, decide construir un cohete espacial.
Al año siguiente Víctor Maytland nos convida con otro de sus bocaditos porno en mal estado, esta vez tras el título Las Tortugas Mutantes Pinjas (1991).
Ya en 1992 llegarían Los Enormes (Gustavo Ghirardi), de lo más bizarro de la filmografía argentina sin distinción de épocas ni géneros. Nacido como un programa piloto al calor del boom de Brigada Cola, parece que este imposible producto no llegó a tentar a ningún gerente de programación y acabó convertido en film para su comercialización en video. 
Los Enormes del título son unos superhéroes enanos que habitan en Ciudad Enorme (La República de los Niños), dentro de otra dimensión. El problema surge cuando Max -alguna vez él también un Enorme- utiliza la tecnología de sus ex compañeros para pasar al mundo de los humanos y, bajo el mote de El Señor del Mal, erigirse en cabecilla de una banda de delincuentes que secuestra a la Hora Oficial (?) (Magalí Moro) para pedir 10.000 Kgrs. de oro en concepto de rescate. El asombroso relato concluirá con la transformación de la Moro en una Enorme más y la derrota de Max y sus torpes esbirros. Pero en el medio desfilarán el Cristal Hipnótico del Nepal, las gafas para contrarrestarlos, una pistola sónica que provoca sordera temporal, la condición confusamente cyborg de la Hora Oficial y el diagnóstico del Enormeprofesor Obi: para curar a Magalí se necesita maní con chocolate...
Cómo vemos, no faltan las referencias al género en esta increíble e ignota gema local: los diminutos superhéroes; el hombre de ciencia encarnado en el profesor Obi -que interviene quirúrgicamente a la Hora Oficial, al parecer con éxito; el villano codicioso que recae en la figura del misterioso Señor del Mal; la citada condición aparentemente cyborg de la Hora Oficial, y la portación por parte de buenos y malos de diversos “prodigios” tecnológicos como la ya referida pistola sónica, los aparatejos que permiten la teletransportación de una dimensión a otra y las eficientes gafas “anti-Cristal Hipnótico del Nepal”. Qué más decir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario